Posted by oviaragon
Tras los desastrosos efectos de las anteriores reformas de la PAC con los desacoplamientos que han logrado el abandono del 50% de la ganadería extensiva, se esperaba la reforma de la PAC para 2021 que se ha visto retrasada hasta 2023.
Los ganaderos que abandonaron a partir del 2004 llevarán cobrando muchos años sin tener ganado porque llevaron las ayudas a la tierra en la forma de derechos históricos, mientras los que han continuado han seguido sufriendo duras normativas y disminución de rentabilidad debido al aumento de costes y estancamiento de precios.
Tras varias reuniones en 2016 y 2017 impulsadas por el entonces Comisario de Agricultura, el irlandés Hogan, llegamos a un consenso que desembocó en una propuesta que tuve el honor de presentar al Parlamento Europeo y que se aprobó en abril del 2018, con más del 90% de los votos, 120 puntos del necesario apoyo al ovino y caprino para evitar su desaparición en las zonas donde más falta hace.
«Cooperativas Agro-alimentarias de España ha pedido que las ayudas asociadas por oveja que pastoree lleguen a los 47 euros»
Finalmente, los “ecoesquemas” se presentan en la nueva propuesta PAC, en la línea de la adaptación de la agricultura y ganadería a los necesarios cambios medioambientales contra la emergencia climática, que ha recobrado fuerza con la pandemia del Covid-19.
Según los borradores del MAPA, los “ecoesquemas” acogerían al pastoreo con ayudas diferenciadas al papel antiincendios, a las zonas con depredadores y a la trashumancia y a la red natura 2000; a la mejora de la cubierta vegetal y la rotación de cultivos, a los planes de fertilización con disminución de fitosanitarios y utilización racional de estiércoles, al bienestar animal y otros temas medioambientales.
Aunque el Parlamento Europeo pide un 30% para estos fondos, los principales grupos políticos de la UE alcanzaron un consenso para que estos fondos tengan un mínimo del 20% del primer pilar de la PAC y un 60% para el pago básico a la renta, dejando el resto para pagos asociados, proteaginosas, ayudas a jóvenes y planes sectoriales.
La convergencia con prórroga de derechos históricos hasta 2026 supondrá una disminución para los ganaderos que tuvieron que volcar sus ayudas en poca tierra y precisamente siguen sacrificándose con sus ganados frente a los que abandonaron con el desacoplamiento.
La ganadería extensiva más representativa tiene una persona dedicada por cada 550 ovejas con una producción media de 1 cordero al año vendido. Para obtener el salario de un pastor profesional necesita una ayuda de 47 euros por oveja, según los datos de Gestión Técnico Económica analizados por la Escuela Universitaria Politécnica de Huesca y Oviaragón (GTE 2019) y compartidos en la Red Nacional de Reingrati, red mundial de análisis reconocida y consultada por el MAPA.
Las actuales ayudas asociadas que son de ámbito estatal no llegan a 12 euros, sin que haya mucha perspectiva de mejora al existir más producciones agrícolas y ganaderas vulnerables. Parecido ocurre con las ayudas agroambientales siempre limitadas al ser cofinanciadas por las comunidades autónomas.
Los “ecoesquemas” serían la tabla de salvación de una ganadería extensiva, exigiéndole cumplimientos medioambientales plenamente justificables. De lo contrario seguirá el descenso de un 5% anual incluso más según la evolución de los precios y los costes.
Será necesario también un plan sectorial para el ovino que facilite la mejora de las medias productivas, la calidad y la rentabilidad a las inversiones individuales y colectivas que garanticen el futuro e inviten con las nuevas tecnologías a la incorporación de hombres y mujeres jóvenes.
Francisco Marcén, Presidente del sector ovino de carne de Cooperativas Agrooalimentarias de España
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