Cómo criar un cordero 10. Segunda parte

Tras un buen encalostramiento, una buena lactancia y para terminar con un buen CEBO.

En el artículo anterior hablamos de las necesidades de un cordero lactante y cuál era la mejor leche.

Ahora, una vez encalostrados e iniciada la lactancia natural o artificial, hablaremos de facilitar la iniciación al consumo de pienso para conseguir un buen ritmo de crecimiento, óptimo y rentable.

¿Y cómo hacerlo?

  1. Ofreciendo piensos de iniciación o prestárteres bien formulados.
  2. Alcanzando un consumo diario adecuado.

 

¿Qué es un prestárter?

Es un pienso de iniciación muy especial, tenemos que verlo como un manjar. Es caro, pero cumple una función primordial para el arranque de nuestros corderos: “gastar al principio para ahorrar al final”

¿Cómo debemos suministrarlos?

1. En pequeñas cantidades cada día.

2. Sin llenar las tolvas completamente (limpias y secas).

3. Desde el día 3 de vida hasta 10 días tras el destete y siempre con agua disponible.

4. ¡Asegúrate de que todos los corderos llegan a consumirlo!

· Reduce la competencia haciendo lotes de corderos semejantes: en peso y edad sobre todo (si quieres y puedes en función del tipo de parto y sexo).

· Ponlos sobre comederos accesibles y en varios puntos del lote.

5. Si están bien formulados pueden ser igual de adecuados en pellet que en forma de forma de harina.

En el caso de la lactación artificial no hay posibilidad de que los corderos cubran todas sus necesidades en proteína y energía con leche preparada, en estas ocasiones es imprescindible utilizar estos iniciadores de forma temprana (desde el tercer día de vida). Igualmente, en casos en los que, por falta de leche, elevada prolificidad… la primera fase de crecimiento se pueda ver retrasada.

 

Y a partir del destete…

Además de mantener el prestárter unos 7-10 días más, es importante elegir un pienso de calidad.

Buena agua, pienso de cebo a libre disposición, cama y buena ventilación componentes fundamentales para conseguir unos corderos de calidad. 

 

Hay dos hechos que van a cambiar en la vida del cordero. Por un lado, el rumen ya empieza a funcionar, sus bacterias pasan a ser las protagonistas. Por otro, la composición del cordero va variando y por tanto también sus necesidades: a partir de los 45-50 días, aumenta la necesidad de ingesta de grasa que supera a la de proteína, por ello, la proporción en el pienso también ha de ser mayor. (GB>PB).

Cuando ya funciona el rumen y para siempre, la flora bacteriana va a ser la encargada del aprovechamiento de los alimentos ingeridos por el cordero. Hay que saber que es eficiente como nadie digiriendo alimentos fibrosos y convirtiéndolos en nutrientes energéticos. Pero… es un pésimo productor de proteína. Lo que el rumen va a absorber mayoritariamente es la proteína bacteriana: un coctel de bacterias ruminales muertas que van a ser la fuente principal de proteína de nuestro cordero.

 

Particularidades de la proteína:

No basta con que el pienso tengo un porcentaje alto de proteína si no que esa proteína tenga la digestibilidad suficiente como para ser aprovechada por las bacterias y esté en proporción con la energía que aporta ese mismo pienso.

Proteína bruta (PB) es la que tienen los alimentos sin tener en cuenta la que es digestible o utilizable. A la que se utiliza la llamamos Proteína Digestible (PDI) y ésta es la que cuenta a la hora de cubrir las necesidades de los animales.

En los piensos de iniciación o crecimiento el porcentaje de la Proteína bruta que llega a digestible debe ser como mínimo de 60% – 70%.

A su vez, la energía que aporta un pienso será la que permita utilizar la proteína de este, por lo que la proporción adeucada entre energía y proteína determinará su eficiencia.

· Si falta energía en la dieta, no se podrá aprovechar la proteína que se perderá vía heces.

· Si falta proteína, la energía se acumulará en forma de grasa, pero el cordero no crecerá.

De todo esto se deduce, la gran importancia que tiene la formulación en la fabricación de los piensos en esta etapa del cebo: los alimentos deben ser altamente digestibles y aportar nutrientes equilibrados, que favorezcan el desarrollo de una flora bacteriana que será en realidad, la que nutra a nuestro cordero.

 

2021-05-27T09:45:49+00:00

Deja tu comentario